Siete Millardos de voces.
Esa es la cantidad de personas que viven en este hermoso planeta, siete mil millones o siete millardos, son un inmenso número de gente que día tras día tratan de sacar de sí lo mejor para vivir con un poco de paz y salud. Sin embargo siempre son saboteados por sus propios gobernantes quienes se empeñan en usufructuar su soberanía al administrar mal los recursos de los países que dirigen, es como si su norte para ellos gobernar sea el dilapidar los recursos a ellos confiados y , para ello, se valen de muchas artimañas, tales como fraudes electorales, continuismos, nepotismos, demagogias ,chantajes, malos controles, leyes injustas, endiosamientos, mesianismos, etc., hasta llegar a creerse los únicos capaces de dirigir a sus pueblos, pero sólo con el fin de perpetuar el saqueamiento de las riquezas de las naciones.
Durante gran parte de la historia humana, desde el génesis de las ciudades con el agrupamiento en tribus, los colectivos para organizarse dieron su confianza a líderes, hombres o mujeres, que los guiaran hacia la obtención de sus mejores metas que los beneficiasen como sociedades, es por ello que el tránsito de la humanidad hasta nuestros días está lleno de “civilizaciones” e imperios que surgieron y cayeron bajo el peso de sus debilidades para con sus gobernados, debilidades implícitas en la ineficiencia en la atención a los grupos que lideraban pero en particular a las inmensas individualidades que estás masas de personas representaban; muchos imperios y dirigentes, como hoy día, se afanaban , más que en el bienestar colectivo, en dar “pan y circo” a sus pueblos, lo que motivó el surgimiento de protestas generales y revoluciones sociales con las consecuentes declaraciones de derechos humanos e independencias.
Desde el momento que las personas se asuman como individuos capaces de organizarse para exigir el correcto fin del bienestar colectivo de parte de sus líderes electos, la humanidad como un todo cambiará para alcanzar el desarrollo sustentable que nos proteja a todos de los avatares de la miseria, el subdesarrollo, la violencia, la tiranía de la corrupción, etc., y todos esos males que nos impiden actualmente de ser la Civilización con la mayor suma de justicia social de la historia humana, y para , a partir de tener todas nuestras carencias satisfechas, lograr la conquista de todos esos mundos habitables de ésta galaxia que por derecho humano nos pertenecen, porque sólo nosotros los seres humanos somos merecedores de la conquista de la Vía Láctea por nuestra perseverancia, nuestro sentido de adaptación y por el largo camino recorrido de nuestra evolución.
En este 2.012 la humanidad más que esperar la llegada de un Mesías o el cumplimiento de apocalípticas profecías, debe comenzar el recorrido a consolidarse como la sociedad mundial que brinde el absoluto respecto de los derechos humanos y, con ello, la real oportunidad de expansión de nuestra semilla por la galaxia, nuestro hogar extendido por derecho.
Antiguas agrupaciones de seres humanos, mal llamadas civilizaciones, por la barbaries que cometieron, se arroparon el derecho de señalar no sólo el destino final de ellos como sociedades, si no que se atrevieron a designar a éste año 2.012 como el punto final de nuestra existencia humana, sean los Mayas, Los Aztecas, Los Hindús, Los Hoopis, Los Egipcios, o las profecías de la religiones más populares, o incluso las posibles conspiraciones de entidades extrahumanas de adueñarse del planeta tierra, todos han estado siempre equivocados en cuenta al papel de la humanidad en el contexto de la galaxia que habita, ya que , más allá de los rezos o de las apetencias extrañas, el ser humano ha sabido surgir de sus propios errores no en vano 7 millardos estamos dispuestos a preservar nuestra existencia y continuar nuestra evolución en nuestro sistema solar con la esperanza de poblar otros mundos apropiados a nuestro destino, por ello nuestra atención debe seguir abocándose a exigirles a nuestros líderes el respecto a los derechos humanos, a la inmediata atención a los problemas ambientales, a las crisis financieras, a los desastres naturales para que éstos eventos no sean tomados como signos de apocalipsis o señales proféticas, y a los organismos internacionales como la OEA, La ONU, La Liga Árabe, La OTAN, La Unión Europea, etc., el inminente fin a los regímenes tiránicos ya sea que estén cubiertos de mantos religiosos o seudo democráticos , cada uno de nosotros con un simple escrito, con una voz de protesta, lograremos sumar 7 mil millones de quejas que presionaran contra los males que nos aquejan.
Esa es la cantidad de personas que viven en este hermoso planeta, siete mil millones o siete millardos, son un inmenso número de gente que día tras día tratan de sacar de sí lo mejor para vivir con un poco de paz y salud. Sin embargo siempre son saboteados por sus propios gobernantes quienes se empeñan en usufructuar su soberanía al administrar mal los recursos de los países que dirigen, es como si su norte para ellos gobernar sea el dilapidar los recursos a ellos confiados y , para ello, se valen de muchas artimañas, tales como fraudes electorales, continuismos, nepotismos, demagogias ,chantajes, malos controles, leyes injustas, endiosamientos, mesianismos, etc., hasta llegar a creerse los únicos capaces de dirigir a sus pueblos, pero sólo con el fin de perpetuar el saqueamiento de las riquezas de las naciones.
Durante gran parte de la historia humana, desde el génesis de las ciudades con el agrupamiento en tribus, los colectivos para organizarse dieron su confianza a líderes, hombres o mujeres, que los guiaran hacia la obtención de sus mejores metas que los beneficiasen como sociedades, es por ello que el tránsito de la humanidad hasta nuestros días está lleno de “civilizaciones” e imperios que surgieron y cayeron bajo el peso de sus debilidades para con sus gobernados, debilidades implícitas en la ineficiencia en la atención a los grupos que lideraban pero en particular a las inmensas individualidades que estás masas de personas representaban; muchos imperios y dirigentes, como hoy día, se afanaban , más que en el bienestar colectivo, en dar “pan y circo” a sus pueblos, lo que motivó el surgimiento de protestas generales y revoluciones sociales con las consecuentes declaraciones de derechos humanos e independencias.
Desde el momento que las personas se asuman como individuos capaces de organizarse para exigir el correcto fin del bienestar colectivo de parte de sus líderes electos, la humanidad como un todo cambiará para alcanzar el desarrollo sustentable que nos proteja a todos de los avatares de la miseria, el subdesarrollo, la violencia, la tiranía de la corrupción, etc., y todos esos males que nos impiden actualmente de ser la Civilización con la mayor suma de justicia social de la historia humana, y para , a partir de tener todas nuestras carencias satisfechas, lograr la conquista de todos esos mundos habitables de ésta galaxia que por derecho humano nos pertenecen, porque sólo nosotros los seres humanos somos merecedores de la conquista de la Vía Láctea por nuestra perseverancia, nuestro sentido de adaptación y por el largo camino recorrido de nuestra evolución.
En este 2.012 la humanidad más que esperar la llegada de un Mesías o el cumplimiento de apocalípticas profecías, debe comenzar el recorrido a consolidarse como la sociedad mundial que brinde el absoluto respecto de los derechos humanos y, con ello, la real oportunidad de expansión de nuestra semilla por la galaxia, nuestro hogar extendido por derecho.
Antiguas agrupaciones de seres humanos, mal llamadas civilizaciones, por la barbaries que cometieron, se arroparon el derecho de señalar no sólo el destino final de ellos como sociedades, si no que se atrevieron a designar a éste año 2.012 como el punto final de nuestra existencia humana, sean los Mayas, Los Aztecas, Los Hindús, Los Hoopis, Los Egipcios, o las profecías de la religiones más populares, o incluso las posibles conspiraciones de entidades extrahumanas de adueñarse del planeta tierra, todos han estado siempre equivocados en cuenta al papel de la humanidad en el contexto de la galaxia que habita, ya que , más allá de los rezos o de las apetencias extrañas, el ser humano ha sabido surgir de sus propios errores no en vano 7 millardos estamos dispuestos a preservar nuestra existencia y continuar nuestra evolución en nuestro sistema solar con la esperanza de poblar otros mundos apropiados a nuestro destino, por ello nuestra atención debe seguir abocándose a exigirles a nuestros líderes el respecto a los derechos humanos, a la inmediata atención a los problemas ambientales, a las crisis financieras, a los desastres naturales para que éstos eventos no sean tomados como signos de apocalipsis o señales proféticas, y a los organismos internacionales como la OEA, La ONU, La Liga Árabe, La OTAN, La Unión Europea, etc., el inminente fin a los regímenes tiránicos ya sea que estén cubiertos de mantos religiosos o seudo democráticos , cada uno de nosotros con un simple escrito, con una voz de protesta, lograremos sumar 7 mil millones de quejas que presionaran contra los males que nos aquejan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario