EPOIMA comandó en calidad de aliado de Guaicaipuro a los guerreros de su comarca, ubicada en las cumbres perennemente nubladas de los Budares a Caricuao, cima actual denominada Pipe (Km. 11 Carretera Panamericana) y de Peña Redonda o Macuare hasta Guareguare y sus bajíos. Epoima luchó paladinamente dentro y fuera de sus trincheras contra los españoles, desde los años 1561 y 1569, demostrando un valor incomparable en los diferentes combates que lo tuvieron como jefe y conductor.
Epoima, aliado de Guaicaipuro, corrió en auxilio del Adalid alteño, pero llegó retardado, y observó lleno de rencor como los españoles, en furiosa cayapa con lanzas, espadas, trabucos y cuchillos, diezmaban a los aguerridos partidarios del gran Jefe de Los Teques, y pudo únicamente dar protección a las mujeres que ocultadas en los montes trataban de salvar sus vidas de la criminal acometida, dejando en completo abandono a Suruapo (Suruapay) el pueblo o palenque principal de la tribu, morada de sus mujeres y sus hijos.
Cuenta la conseja, que entre las mujeres estaba iracunda y rebelde UQUIRA, la más joven y bella de las esposas de Guaicaipuro (los caribes eran polígamos) la cual intentó avanzar desarmada hasta el escenario de la pelea, para morir con su amado, Jefe y esposo.
Una leyenda asegura que Uquira cayó en manos de los españoles y prisionera la condujeron junto con otras. A Caracas, de donde huyó cuando los partidarios de Guaicaipuro atacaron a sus carceleros.
Al morir Epoima, enfrentado a los invasores, lo sustituyó en el mando su hijo Paneme.
Lo anteriormente expresado prueba un aspecto de la vida y obra del Cacique Carizalense (carrizaleño), mente y brazos que apuntaron siempre a la dignificación de sus hermanos y al disfrute de la libertad.
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